La luna influye tu naturaleza emocional y tusentir, del cual nacen tus necesidades, y tu forma de amar.
Sus ciclos naturales influyen en la biología de tus emociones, y su astrología representa la energía de la madre, el pasado, las raíces, los ancestros, el karma; sus cualidades son protectoras y temperamentales, y su sensibilidad se expresa en temas del hogar, la familia, y la estabilidad.
Su elemento agua, nos inspira a la quietud, la purificación, la transparencia, y a fluir a través de las emociones para darle estabilidad a nuestro sentir, y reconocernos en las sensaciones que surgen y desaparecen, momento a momento, a través del cambio. Sus virtudes son la intuición y el instinto, la nutrición y el cuidado de la vida.
En el tiempo, su energía se asocia con la energía Yin y Yang y la inteligencia emocional que resulta de la integración femenina de masculina de ambos estados en correspondencia; rige los ciclos naturales procreadores del hombre y la mujer.
En la meditación de su temperamento, influye la forma en la que nutres y cuidas la vida, y tu capacidad para proteger a quien amas; invitando al refugio y expresión de los sentimientos más íntimos del ser humano.
Su cualidad cardinal, es lo que nos da el impulso para iniciar nuevos ciclos y volver a empezar. Es el calendario perfecto para darle orden a tus proyectos y fluir con el tiempo cultivando tu bienestar.
El ciclo lunar dura 28 días, y cada luna nueva abre un ciclo de 6 meses en la que puedes trabajar con el tiempo a favor de nuestra equilibrio emocional y manifestar tus intenciones. La intención que te propongas en una luna nueva se ilumina en su culminación cuando llega la luna llena en el mismo signo, 6 meses después.
El ejercicio mental meditativo de enfocar la atención en la respiración para concentrar la mente y observar tus sensaciones, en armonía con los ciclos naturales de la luna, no sólo purifica tu mente a su nivel más profundo y te mantiene en un estado de consciencia plena, la resonancia de la luna despierta tu inteligencia emocional y te enseña a reconocer la fluctuación de las emociones, dando espacio para que surja la sabiduría emocional que sólo ilumna la verdad de la experiencia propia.
La sabiduría de la luna se simplifica al entender la ley última de la naturaleza que se manifiesta en la impermanencia de tus emociones. La Luna te recuerda lo pasajero de tu sentir y te aconseja templanza, desapego y ecuanimidad con la consciencia plena de que esto también va a cambiar.
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